“ERAN BUENOS MUCHACHOS, SOLO QUERÍAN AYUDAR A PAPÁ”: FAMILIARES EXIGEN JUSTICIA TRAS MASACRE EN SAN FELIPE

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César, de 19 años, estudiante de preparatoria, y Fernando, su hermano mayor, quien trabajaba en la construcción en San Luis Potosí, fueron dos de los siete jóvenes asesinados la madrugada del lunes 19 de mayo en San Bartolo de Berrios, comunidad del municipio de San Felipe. El ataque ocurrió cerca de la 1:40 a.m.

Ambos eran hijos del delegado de la comunidad y, según su hermana Yadira Tapia, eran jóvenes trabajadores, con metas sencillas: ayudar a su familia y salir adelante. Aquella noche no asistieron a ningún evento religioso, simplemente habían salido a cenar.

Yadira, visiblemente afectada, recuerda también a los demás jóvenes que murieron junto a sus hermanos, todos amigos cercanos y conocidos en la comunidad. Asegura que ninguno estaba involucrado en problemas; solo eran jóvenes de bien.

En medio del dolor y el silencio de las autoridades, el testimonio de Yadira se convierte en una exigencia de justicia. Su voz refleja la tristeza de una comunidad entera que clama por respuestas, y que no quiere ver a más jóvenes caer sin que nadie responda por ello.